Se abre una ventana frente a ti. Desde ella, como en un teatro, eres espectador de una historia ajena pero familiar. La ventana se vuelve un espejo en el que nos miramos. Miramos nuestro pasado, nuestras relaciones y recapitulamos, tanto lo bueno como lo malo, que nos dejaron aquellos que un día estuvieron, pero ya no. MATICES DE MI SILENCIO es esa ventana/espejo donde podemos, de manera sigilosa, ser testigos de las etapas de una relación, que pudo ser tuya, mía, de cualquiera. Entre letras e imágenes se navega entre ser lector y ser protagonista de una experiencia tan universal como la vida misma. En fin, si has amado, te han amado y tu corazón ha sufrido las consecuencias, este poemario es para ti.